jueves, 3 de abril de 2014

Stonehengen

Stonehengen
Fue hace poco mas de 5000 años. El ser humano se preparaba ya para un nuevo cambio. Hacia
tiempo habían aprendido a cultivar sus campos, y a domesticar animales, no teniendo que vagar
así, en busca del sustento diario. Poco a poco se fueron asentando en pequeñas comunidades,
levantando aldeas aquí y allá, cerca de algún rio que les proporcionase el agua necesaria. Era el
final de un época, aquella en la que todavía se hacían herramientas de piedra. Ese momento
difuso de la historia en la que aparecerían los metales, dando comienzo a la edad del bronce.
Con la comida mas o menos asegurada, les quedo a estos hombres mas tiempo libre para dedicarlo
a otros quehaceres, para emprender tareas beneficiosas para la comunidad. Es en este contexto
que empezó a fraguarse el motivo que ahora nos ocupa. STONEHENGE.



 
Y es que la construcción de este extraño monumento se prolongó durante unos 1600 años, en los
participaron unas 40 generaciones de habitantes de esa zona del sur de Inglaterra.
No me cabe duda, de que para ellos, ese, era un sitio especial, como lo demuestran los 300 restos
humanos que habiendo sido previamente quemados, fueron enterrados en el lugar. 300 restos
humanos a lo largo de unos 700 años, lo que da a entender que no era un lugar de enterramiento
para gentes comunes, si no para alguien de rango superior, o especiales por algun motivo. Lo
primero que hicieron fue un foso en circulo que delimitaba a su vez, otro circulo.
Y debió de ser suficiente, esta sencilla estructura, debió de cumplir a la perfección el cometido
para el que fue ideada, pues estuvo así, sin variar, mas o menos unos 500 años.
                                   
Desconocemos los motivos que los impulsaron, pero los descendientes de aquellas buenas gentes
decidieron ampliar y modificar el conjunto y añadieron dentro del circulo ya existente una extruc_
tura de piedras en forma de herradura, y mas alejado del conjunto una solitaria roca a la que se
conoce como la piedra talón.

Asi continuó el conjunto durante un tiempo indeterminado, hasta que mas tarde, se añadieron los
conocidos como círculos de Sarsen y los cinco trilitos, que en parte podemos contemplar actual_
mente, y que son, sin duda, la imagen mas iconográfíca del monumento. Y aún un tiempo después
se añadió un nuevo conjunto en forma de herradura, con piedras azules, en el interior de la antigua
formación, de igual forma.





Que poderosas razones movieron a aquellas gentes a acometer tamaño esfuerzo, es algo que se nos
escapa, pues las canteras de donde extraían las piedras, están a varios kilómetros de distancia del
complejo. Se ha dicho de todo sobre él, desde que es un templo, pasando por un observatorio astro_
nómico, hasta una inmensa caja de resonancia que facilitaba el trance y ponía en contacto con la
divinidad. Y debió de ser un poco de todo ello, porque lo cierto, es que esta dispuesto de tal forma,
que justo en el solsticio de verano, y no en otro momento, al amanecer, los rayos del sol se alinean
perfectamente entre la piedra talón y la piedra del altar, cosa no atribuible a la casualidad. Algo
muy conveniente, si tenemos en cuenta que estas sociedades vivían practicamente de la agricultura.
Quienes fueron estas gentes que con instrumentos de piedra, levantaron tan fascinante conjunto?
Porque esta claro, que tras esta construcción, hay una serie de conocimientos, de ingeniería, de
astronomía. Hay largos años de observación del firmamento, de organización social. Y todo ello
en un tiempo en el que se supone que no debiera de haber si no simples pastores y agricultores.
Cuando los celtas llegaron a las islas británicas, Stonehengen, ya estaba en pie hacia mucho
tiempo, no es obra de ellos. Es obra de unas gentes tenaces, organizadas, con unos conocimientos
y unas intenciones que se nos escapan, y ello, en los primeros albores de nuestro mundo civilizado.








 
Lo que esta claro, es que si eligieron aquel lugar en concreto, y pusieron todo su esfuerzo y sus
capacidades para levantar tan extraño conjunto, justo hay, trayendo las piedras desde enormes
distancias con gran esfuerzo, fue por un poderoso motivo. Y eso es lo que se nos escapa, algo
que ellos conocían y nosotros no. Es en el entorno donde hay que buscar la causa, porque lo demás
el conjunto monumental, está en función de ese punto en concreto.
Siendo como eran hijos de la madre tierra,( porque ellos, a diferencia de nosotros, los hombres
tecnificados, si estaban en contacto con ella), sabían escucharla, estaban en íntimo contacto con
ella, sabían interpretar sus señales, y procuraban seguir su instinto, todavía, lo suficientemente
adaptado a la madre naturaleza, como para entenderla, y encauzar en su propio beneficio, esas
energías que nosotros, con los sentidos aletargados, cuando no dormidos, o extintos, no somos
capaces ya de percibir.

1 comentario:

  1. Solo podemos especular sobre los motivos por los que hicieron semejante esfuerzo. Nosotros lo vemos con nuestra mente y nuestros ojos. Pero no somos capaces de interpretarlo como lo hacian los constructores de Stonehenge. Sencillamente hemos evolucionado demasiado. O involucionado...¿quien sabe?

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